Me gusta escribir

Los antiguos navegantes, naufragaban en mares inciertos e inmensos, de acuerdo a sus coordenadas; a sus latitudes y longitudes de cada paso que daban. Iban marcando el punto en el mapa, en su diario intimo de estrategias, haciendo un balance de su recorrido. Muchas veces, esas jugadas, para poder visualizarlas, hay que escribirlas, llevarlas al papel, después de todo, todos tenemos una historia que contar. A veces en esa jugada, necesitamos volver al mazo, volver con los nuestros, porque no nos tocan las mejores cartas y hay que volver a barajar. Y otras veces, hacemos esa jugada donde nos jugamos al todo por el todo, a todo o nada. Donde con todas nuestras cartas, siendo buenas o malas, nos jugamos la mano completa, como lo es el verdadero órdago y las historias de verdad.