Descripción
Confesiones de Cruz León, una chica poco convencional, con un marcado feminismo desde su infancia, del que ni siquiera entendia el concepto, puesto que no estaba ni por asomo la palabra en su pequeña cabecita, es más, si alguien le hubiera preguntado ¿Qué es el feminismo? jamás hubiera dado con su definición, pero su forma de pensar la llevaba siempre a estar buscando los porqués del universo, cuestionándolo todo, enredándose en extrañas teorías y disparatadas situaciones, con una fragilidad emocional que protegía con un caparazón de indiferencia, y una rebeldía hacia las ideas machistas que su entorno trataba de implantarle.
Para Cruz, la visión del mundo no es la misma que para aquellos que la rodean, siempre se sintió el huevo de otra gallina en su núcleo familiar y de amigos, ese feminismo innato marcado a fuego en su cerebro, la llevó a sufrir fuertes depresiones por la simple idea de tener una vida rutinaria, de ama de casa, criando y teniendo hijos, que, aunque adora a los niños, no es su plan de vida; también por no entender ni sentirse identificada con nadie que la rodeara.
En ella había una lucha constante, crianza, religión y ejemplos recibidos, contra feminismo innato y curiosidad extrema. Esa constante negativa a una vida convencional, con el feminismo exacerbado la hacen perder el norte, llevándola a los límites de la locura y de vuelta, mientras sigue nadando contra corriente, tratando de encontrar formas de vida más allá de los convencionalismos, sabiendo lo que no quiere, más no lo que en realidad desea.
Su vida es un carrusel emocional que no para, pero no de esos típicos de las mujeres y sus ciclos, sino de los que te tiran contra el suelo con el peso de una montaña a tus espaldas sin dejarte mover ni un dedo; pero que también te puede elevar a los cielos disparada cual cohete a la luna, y aunque cambia de entorno, la mentalidad machista la persigue donde vaya, tratando de implantar en su subconsciente que los constantes fracasos laborales y emocionales son por su feminismo y falta de un hombre que la sostenga en su camino. Hasta que una de las caídas emocionales, un diagnóstico médico, lejos de hundirla más, la ayuda a sacar a flote lo mejor de sí, dándole sentido a su existencia, y el giro que necesitaba para cambiar por completo el rumbo de su vida, aunque siga siendo diferente, loca y con un marcado feminismo.
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