Descripción
Todo empezó un 28 de agosto de 1939.
El oficial Cuthbert, jefe de mi padre, ingresó a nuestro hogar con la advertencia de que debíamos marcharnos cuanto antes.
Alemania pretendía iniciar una guerra a toda costa y mi pueblo estaba involucrado. Seríamos el inicio de una catástrofe de proporciones gigantescas.
Días después me dejaron solo con mi madre y mi hermano Miron, a mi padre se lo llevaron al frente. Las cosas comenzaron a empeorar cuando Miron desapareció y mi madre cayó enferma.
Unos oficiales extranjeros me llevaron a un gueto después de que mi madre muriera, había perdido la esperanza,
pero apareció Aleksander con sus rizos negros y piel pálida.
Él me hizo volver a creer.
Mi mayor virtud, la esperanza, volvió.
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