El Secreto de Inés

El Secreto de Inés

  • Relatos cortos
  • 2 capítulos

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Alguien que solo pretende indagar en lo potencial mas allá de las convenciones y de los rebuznos de los que se creen sabios. Alguien que...

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Descripción

Debo decir al comienzo de ésta narración que sentía un profundo deseo por Inés Aguilar a quién invitaba en las noches recién creadas por los últimos hilados carmesí del sol, a conjeturar un futuro común bajo un cielo intachable, mientras mantenía una expresión servil en mi rostro. Esos serían maravillosos tiempos que se prenderían como la raíz central de nuestras existencias. Me esforzaba mucho en obtener su aprobación… cada frase y palabra que decía estaba dirigida a ese efecto. Vertía tamborileadas expresiones, como que nos conmoveríamos por la intensidad de nuestro despertar, al ver al sol que aún no se exacerbaba, pero era curioso y nos preguntaba que íbamos a hacer en el transcurso de ese día. Enlazaríamos nuestros caminos con la extensión de un viaje cuyos hitos aún no podíamos vislumbrar. Esos proyectos fueron el resultado de mi antiguo mundo ideal, aunque suene ridículo referirse a eso ahora, o que quisiera sanear mis argumentos a favor de aquellos vanos intentos de seducción a través de una elaboración mecanografiada. Hoy, al redactar con cuidado estas líneas, me embarco en la amargura de quien había anclado a sus esperanzas en una bahía sin mar, y afirmo que he sido un enamorado que chocó contra las gigantes paredes de un iceberg. Porque ella, con disimulos fraguados con buenas dosis de su tacto y amabilidad, no daba importancia a mis pedidos, y se contentaba con la simpleza de verme bien (eso ya me olía a derrota, a pesar de que no tenía nada de incorrecto), por lo que con frecuencia consideraba innecesario ir a escuchar música, o tomar algo que diera pesadez a nuestros reflejos y nos predispusiera a entregarnos confidencias dentro de las conspirativas noches que reunían una cuantía cercana a lo perpetuo. Cuento, 19 páginas. .

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