Enrique Casanovas - domingo, 12 de febrero de 2023
Muy interesante. Con respecto a este experimento se me ha ocurrido lo siguiente.
Todos sabemos que la luz blanca se puede descomponer en los colores que la conforman por medio de un prisma.
Ahora bien, la pregunta sería, ¿la luz es blanca o coloreada?
Se dirá, depende de cómo la miremos, si la miramos a ojo desnudo es blanca. pero si la miramos a través de un prisma, es coloreada.
Creo que esta idea se puede aplicar al experimento de la doble rendija.
En efecto, si no observamos el experimento hasta que este ha concluido, veremos patrones de interferencia entre fotones lanzados uno a la vez.
Pero si observamos el experimento con la intención de averiguar por qué ranura específica pasó cada fotón, el patrón de interferencia, sencillamente, desaparece.
¿Qué tiene que ver esto con el prisma?
Pienso lo siguiente. Muchos sabrán que la contracción de Lorentz afecta a los objetos que, desde nuestra perspectiva, se mueven cerca de la velocidad de la luz.
Lo que pocos saben, sin embargo, es que dicha contracción puede entenderse de otra forma: para el objeto que se mueve a casi "c" respecto del universo, éste aparece "aplastado" en la dirección del movimiento del objeto en cuestión.
Es decir, a medida que nos acercamos a "c", el universo, para nosotros, va perdiendo profundidad.
Y es de esperar que para los fotones que deben atravesar las rendijas, el universo esté completamente "comprimido".
Pero siendo así, algo pasará con el tiempo. Por caso, un rayo de luz que, desde nuestra perspectiva, ha tardado un millón de años en atravesar cierta distancia, habrá tardado una nada desde la perspectiva de la luz, simplemente porque lo que para nosotros son billones de kilómetros, para el fotón es menos que el ancho de la pared de una pompa de jabón.
Y en un mundo así, ultra compactado en al menos una dimensión, todo sucede a la vez.
Siendo así, las partículas que arrojamos una a una pueden presentar patrones de interferencia porque han interactuado, no consigo mismas, sino con todas las otras partículas emitidas en diferentes momentos.
¿Por qué?
Porque para los fotones, todo lo que para nosotros pasa en distintos momentos, sucede a la vez.
Por eso pueden interactuar y producir patrones de interferencia a pesar de haber sido emitidos (desde nuestra perspectiva), en distintos momentos.
Pero, ¿por qué si observamos el experimento no aparecen los patrones de interferencia?
¡Por el mismo motivo que si miramos la luz blanca a través del prisma no vemos el blanco!
Es que al mirar el experimento mientras sucede, no podemos dejar de interponer "el prisma" de nuestra temporalidad sucesiva "arruinando" la simultaneidad que rige en el mundo del fotón.
Es como si no pudiéramos mirar la luz blanca sin interponer el prisma: nunca la veríamos blanca.
Ahora, si hay un experimento que necesita de la luz blanca y no funciona con luz de colores, podemos dejar que suceda sin mirar (sin interponer el prisma) y todo saldrá bien (podremos mirar después).
Pero si queremos mirar el experimento mientras sucede (y no tuviéramos otra forma de mirar que no sea interponiendo el prisma) la luz se habrá descompuesto y todo saldrá mal.
Enrique Casanovas - domingo, 12 de febrero de 2023
Muy interesante. Con respecto a este experimento se me ha ocurrido lo siguiente. Todos sabemos que la luz blanca se puede descomponer en los colores que la conforman por medio de un prisma. Ahora bien, la pregunta sería, ¿la luz es blanca o coloreada? Se dirá, depende de cómo la miremos, si la miramos a ojo desnudo es blanca. pero si la miramos a través de un prisma, es coloreada. Creo que esta idea se puede aplicar al experimento de la doble rendija. En efecto, si no observamos el experimento hasta que este ha concluido, veremos patrones de interferencia entre fotones lanzados uno a la vez. Pero si observamos el experimento con la intención de averiguar por qué ranura específica pasó cada fotón, el patrón de interferencia, sencillamente, desaparece. ¿Qué tiene que ver esto con el prisma? Pienso lo siguiente. Muchos sabrán que la contracción de Lorentz afecta a los objetos que, desde nuestra perspectiva, se mueven cerca de la velocidad de la luz. Lo que pocos saben, sin embargo, es que dicha contracción puede entenderse de otra forma: para el objeto que se mueve a casi "c" respecto del universo, éste aparece "aplastado" en la dirección del movimiento del objeto en cuestión. Es decir, a medida que nos acercamos a "c", el universo, para nosotros, va perdiendo profundidad. Y es de esperar que para los fotones que deben atravesar las rendijas, el universo esté completamente "comprimido". Pero siendo así, algo pasará con el tiempo. Por caso, un rayo de luz que, desde nuestra perspectiva, ha tardado un millón de años en atravesar cierta distancia, habrá tardado una nada desde la perspectiva de la luz, simplemente porque lo que para nosotros son billones de kilómetros, para el fotón es menos que el ancho de la pared de una pompa de jabón. Y en un mundo así, ultra compactado en al menos una dimensión, todo sucede a la vez. Siendo así, las partículas que arrojamos una a una pueden presentar patrones de interferencia porque han interactuado, no consigo mismas, sino con todas las otras partículas emitidas en diferentes momentos. ¿Por qué? Porque para los fotones, todo lo que para nosotros pasa en distintos momentos, sucede a la vez. Por eso pueden interactuar y producir patrones de interferencia a pesar de haber sido emitidos (desde nuestra perspectiva), en distintos momentos. Pero, ¿por qué si observamos el experimento no aparecen los patrones de interferencia? ¡Por el mismo motivo que si miramos la luz blanca a través del prisma no vemos el blanco! Es que al mirar el experimento mientras sucede, no podemos dejar de interponer "el prisma" de nuestra temporalidad sucesiva "arruinando" la simultaneidad que rige en el mundo del fotón. Es como si no pudiéramos mirar la luz blanca sin interponer el prisma: nunca la veríamos blanca. Ahora, si hay un experimento que necesita de la luz blanca y no funciona con luz de colores, podemos dejar que suceda sin mirar (sin interponer el prisma) y todo saldrá bien (podremos mirar después). Pero si queremos mirar el experimento mientras sucede (y no tuviéramos otra forma de mirar que no sea interponiendo el prisma) la luz se habrá descompuesto y todo saldrá mal.