Me gusta escribir

Sentada en esa oficina, esperando al abogado; quien sería el conductor de la “entrevista”, me pregunté ¿Qué hago aquí? ¿Para qué me mandaron a llamar? Afuera del edificio, en el centro de Londres, cerca del Tower Bridge; está esperándome mi amante. Yo no sé por qué estoy aquí. Mi madre creo un imperio de la nada, un imperio a base de sus sueños; viviendo con la convicción de ya tener lo que sus sentidos le negaban, segura de sí misma y de todo lo que era capaz de ser y hacer; así y sin más, logro convertirse en la mujer más exitosa del mundo. Pero el mundo parece no aceptarlo de la mejor manera. Ahora yo, me he convertido en una de las mujeres más ricas del mundo, todo por la herencia de mi hermosa madre; sin embargo, mis condiciones no son aceptables para la sociedad, tengo ciertas características que hace que se les dificulte aceptar lo que tengo como mío. Una de ellas es que soy mujer, tengo una patología conocida como esquizofrenia, aparentemente; también herencia de mi madre. Tengo un niño de seis meses, producto de una noche ardiente y vivo con el padre de mi hijo por el simple hecho de huir de mi abuela, quien desde que murió mi madre, ya sea como mecanismo de defensa ante el dolor por la pérdida de su hija o solo por el simple hecho no perder a otro ser querido, ella se obsesionó conmigo. Hay otras versiones, como la de que el dinero también la enamoró y que de ella fue de donde mi madre heredó esa característica, también está la versión de que mi abuela no quería seguir viviendo con mi abuelo o la versión de tenerme lastima por mi patología, entre otras. Mi amante, es un jugador de rugby muy famoso, tiene un pasado complicado en donde participa la necesidad económica, un padre ausente y ser el mayor de cuatro hijos, convirtiéndolo en el responsable y cabeza de su hogar. Ambos acordamos ayudarnos, yo brindándole el patrocinio necesario para recuperarse de deudas e iniciar su sueño, el cual era tener su propio restaurante ubicado en Londres, su anhelo más profundo era convertirse en un chef reconocido a nivel mundial, y yo a cambio; recibiría estadía en su casa mientras el niño nacía y mi abuela aceptaba el hecho de que yo había formado una vida con alguien y no tuviese más remedio que dejarme ir. Toda la negociación y acuerdo final nació por el incidente que nos unió, nuestro hijo. Mi madre, Laura Nova, una mujer libre e independiente que de manera individual creo su propio imperio, una artista en el arte de los negocios y la moda, me ha dejado sola por su temprana muerte, aunque la muerte no tiene fecha, ni siquiera se atreve a tocar la puerta; ya que su característica principal es ser inoportuna. Y mi padre, un hombre inteligente y audaz, siempre iluminado por los mejores consejos y empapado de sabiduría, acepto el modo de vida de mi madre y decidió acompañarla en la travesía, a pesar de que el precio por su amor, seria ser la sombra de ella. Mi madre siempre estuvo rodeada de ángeles como mi padre; en la universidad conoció a sus amigos fieles, Maria y Fu, quienes fueron también como otros padres para mí. Como la muerte es autosuficiente y decidida, llegó a nuestra vida llevándose a Maria y Fu en un accidente, dos partidas que mi madre nunca aceptó y asumió la idea de que todos somos sobras que salen de su propio ojo; producto de su imaginación, así como una proyección; por lo que simplemente decidió un día, después de meses de duelo por sus amigos; que ellos simplemente no estaban siendo proyectados en este plano, pero que seguían en ella, manifestados desde otra dimensión. Después mi madre emprendió el viaje con ellos, y así con esa personalidad única; me advirtió de su muerte y trató de prepararme para su fin terrenal. No sé si ella habrá acabado con su propia vida o si tenía otro de los tantos dones que la caracterizaban, sabiendo por anticipado cuál era su destino, algo así como clarividencia del futuro. Algunos cercanos a mi madre afirmaban que ella era esquizofrénica, pero nunca fue diagnosticada formalmente, pero ella siempre sostuvo que yo lo heredé de mi padre, quien aceptaba abiertamente sobre su patología de la misma forma que lo hago yo. El día uno, en la entrevista, el abogado; un hombre atractivo que ronda los inicios de sus cuarentas, según mi óptica, está haciéndome preguntas sobre mi vida personal y la de mi madre. Todos subestiman mi condición y creen que no tengo la capacidad de enfrentar procesos legales o formales, es más hasta cuestionan mi capacidad de manejar mi herencia, al punto que nadie me ha confirmado cual es la razón de esta entrevista, solo me convocaron diplomáticamente de carácter mandatorio a participar de la sesión, donde solo éramos protagonistas el abogado y yo. La dinámica era la siguiente: El abogado hacia preguntas y yo las contestaba, como no era un proceso legal formal, no era requerido que me acompañara un abogado, a lo que podía interpretar que este estaba siendo un proceso delicado y secreto, en donde las condiciones parecían favorecer a aquel o aquellos que estaban interesados en el imperio que mi madre había construido y aprovechar cualquier error de mi parte para apoderarse de esta riqueza. Para el primer día, la entrevista cambio radicalmente; el abogado, quien había subestimado mi inteligencia por completo; descubrió que el proceso se le había complicado y tuvo que extender la sesión a otra entrevista más. Para esta segunda, el interés por mi madre quedó atrás y ahora el titular de las preguntas era mi padre. Así este último día de entrevista, yo era el foco principal, sentía como que querían probar que yo era una persona demente. Demostrando lo contrario, creé una atmosfera de confusión. Ahora entiendo para que estoy aquí.