La red social literaria que publica tu talento

Recursos para escritores

Todo lo que necesitas para convertirte en autor

Estrategias para usar el humor

Estrategias para usar el humor

El humor puede ser una gran herramienta en nuestros relatos. Puede ayudarnos a demostrarnos la buena química entre personajes o para aumentar el contraste, o simplemente para dar la sensación de que no nos tomamos demasiado en serio a nosotros mismos. Pero hacer humor puede no ser nada fácil.

Tradicionalmente, la comedia ha sido considerada un género menor en comparación con el drama. Sin embargo, a muchos escritores puede resultarnos mucho más fácil provocar el llanto al lector que hacerlo reír. Al fin y al cabo con matar a un gatito ya haces que salte una lagrimilla.

Muchos podemos haber nacido con ese talento natural para hacer chistes de cualquier cosa, mientras que otros podemos ser más secos que un polvorón. Sin embargo, hay una serie de estrategias que pueden ayudarnos a mejorar nuestras bromas. La primera es leer muchas novelas de humor, ver series cómicas y monólogos, analizar los chistes y gags que nos gustan y entender por qué funcionan.

 

 

Tragedia, distancia y sobreponerse a la tragedia

En Delitos y faltas de Woody Allen, uno de los personajes afirma que “el humor es tragedia más tiempo”. Aunque esta frase está puesta en boca de alguien que los espectadores considerarían lo que viene siendo un idiota, no le falta verdad.

Muchas historias pueden ser explicadas como un drama o como una comedia, todo depende de la distancia que pongamos entre el lector y los sucesos. En muchas ocasiones en la vida usamos el humor para protegernos de algo que nos duele. De esta forma, no es que al lector no le importe lo que le pase al protagonista de una  comedia, simplemente que los chistes que introduzcamos harán que el lector lo vea todo desde otra distancia.

Sin abandonar las lecciones de Woody Allen, el neoyorkino asegura que “la diferencia entre la comedia y la tragedia es que en la comedia sus personajes encuentran la forma de sobreponerse a la tragedia”. De esta forma, si Romeo –al creer que Julieta estaba muerta- se hubiera abierto una cuenta de Tinder en vez de suicidarse y Julieta le hubiera pillado chateando, Shakespeare hubiera escrito una comedia romántica en vez de un dramón.

 

Un sensato en un mundo de locos

Se trata de un recurso muy usado especialmente en el género de las comedias de situación televisivas. En él tenemos uno o dos personajes sensatos en un ambiente donde todos están locos para que ejerzan de contraste. Unos ejemplos claros pueden ser Marge y Lisa en Los Simpson o Jim y Pam en The Office.

Otra opción que también puede ayudarnos a crear humor de forma sencilla es introducir un personaje en un mundo extraño y usar su punto de vista para analizar una sociedad, mostrando situaciones muy normales como si fueran algo totalmente extraño. Este es el recurso que usa Eduardo Mendoza en Sin noticias de Gurb en el que un extraterrestre se ve obligado a buscar a su compañero desaparecido en pleno frenesí de la Barcelona preolímpica.

 

 

Un quiebro a la realidad

Muchos chistes funcionan por un principio tan básico como preparar a la audiencia para un final para presentarles otro totalmente inesperado. Por ejemplo, en La guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams nadie espera que Pensamiento Profundo, después de miles de años procesando datos para desvelar el sentido de la vida apunte a que este es simplemente “42”.

En gran medida dependeremos de nuestro ingenio para saber cómo dar este quiebro. Tanto la exageración como la minimización son dos recursos que pueden funcionar, igual que los juegos de palabras que den lugar a malentendidos o sacar elementos de contexto.

Sin embargo, lo que más nos puede ayudar a saber cómo terminar un chiste es conocer a nuestros potenciales lectores. Nuestro humor no va a resonar en todo el mundo por igual, y conocer los gustos y referentes de aquellos que potencialmente van a leer nuestra novela cuando la publiquemos o autopubliquemos nos puede ayudar y mucho a lograr que nuestras bromas conecten con ellos.

Las opiniones de la comunidad (2)

Regístrate o haz logon para añadir un comentario.

  • Alvaro Amaya

    Alvaro Amaya - lunes, 5 de septiembre de 2016

    Recientemente le decía a alguien sobre lo difícil de lograr humor en la literatura. Su peor dificultad es que no es algo universal. Lo que en mi medio es humor en otro no lo es, por lo que creo que es algo cultural.Gracias por poner el tema en la palestra.

  • Mauricio Ibieta

    Mauricio Ibieta - viernes, 2 de septiembre de 2016

    “la diferencia entre la comedia y la tragedia es que en la comedia sus personajes encuentran la forma de sobreponerse a la tragedia". Lamentablemente eso no es cierto en lo absoluto, sin embargo, debería serlo. En ese caso el humor sería un bastante mejor genero. Por cierto, no quiero poner palabras en tu boca, ni nada por el estilo, pero dejemos en claro que el drama no se reduce a simplemente una historia capaz de sacarle lagrimas al publico, existe, de hecho, la comedia dramática. Éste último es mi genero de comedia favorito, más que nada porque se suele aplicar casi siempre al genero infantil, uno de mis géneros favoritos en general. La gran mayoría de las películas para niños son comedias dramáticas, y vamos que de ahí está saliendo, en mi humilde opinión (en otras palabras, la verdad absoluta) las mejores películas de la actualidad.