La red social literaria que publica tu talento

Recursos para escritores

Todo lo que necesitas para convertirte en autor

Cómo escribir novela negra

Cómo escribir novela negra

Un cuerpo flotando, boca abajo, cabalgando la corriente de un río. El crimen  es algo tan oscuro como atractivo. Puedes ser sensual, maquiavélico, trepidante, cargado de emoción. Por algo, la novela negra se ha convertido en uno de los géneros más populares del mundo.

Esta popularidad lo ha convertido en uno de los más atractivos para nosotros los escritores. ¡Sobre todo para los noveles! Pero debemos ser conscientes del gran reto que supone publicar una novela negra con la gran cantidad de competencia con la que nos encontraremos.

“Escribe sobre lo que sepas” es uno de los consejos que más hemos oído. Y esta máxima, en este campo, puede ser un problema. Y es que la mayoría de nosotros ni ha participado en una investigación criminal ni, suponemos, ha participado de un crimen que merezca la pena ser contado (robar una lata en el supermercado, aparte de estar mal, no es interesante).

Pero lo cierto es que no siempre debemos escribir sobre lo que sabemos. A veces es suficiente poner palabras a aquello que nos emociona o excita.

 

Las noticias, una fuente de inspiración

De acuerdo, nuestra vida no es una ola de crímenes de la que podamos sacar ideas, pero ahí fuera hay un mundo sucio, turbio y lleno de historias truculentas. Podría parecer que ese mundo está lejos y oculto, pero basta con coger el periódico y pasar unas páginas.

Es cuestión de tiempo que demos con una historia que nos llame la atención, que nos inspire y que nos empuje a escribir nuestra novela. Truman Capote se encontró con la historia de A sangre fría a través de la prensa.

Claro que no todos somos como el genio de Luisiana, pero tampoco hace falta que hagamos un relato quirúrgico del suceso. Podemos variar todos los elementos que nos convengan, y finalmente tal vez la novela no tenga nada que ver con el hecho que lo inspiró. Lo importante es ponerse en marcha.

 

Trabajando hacia atrás

El crimen cometido será uno de los puntos álgidos de nuestra novela, y muy posiblemente sea el suceso a partir del cual se estructure toda la historia. Por eso es un buen ejercicio comenzar por él.

Imaginemos el crimen –el robo, asesinato, secuestro o lo que nos ocurra- y a partir de él desarrollemos qué tipo de persona podría haberlo realizado, sus razones y los hechos que le llevaron hasta ahí, y lo que pasaría después. Y ya tendremos un esbozo de la historia.

Tampoco compliquemos la trama con miles de giros. Raymond Chandler aseguraba que las historias de crímenes deben ser “lo suficientemente simples como para poder ser explicadas llegado el momento”.

 

 

El asesino siempre tiene una razón

Otra de las normas esenciales de Chandler para sus novelas negras era que “debía tratar de gente real en el mundo real”. En este mundo todos tenemos nuestras razones, todo cuanto hacemos tiene una justificación –correcta o incorrecta-. Lo mismo ocurre con nuestros personajes, incluso con el villano. Desde su perspectiva, ellos son los héroes de la historia.

De la misma manera, los protagonistas no deben ser perfectos ni agradables. Si un lector se interesa por la novela negra es para sumergirse en un mundo abyecto de gente mezquina y rastrera. Las personas buenas son aburridas.

¿Cómo hacemos entonces que el lector se vincule con un personaje? Por la empatía. Muestra a una persona en situaciones con las que el lector se pueda identificar: con un dilema o en una situación de víctima. En Dexter sufrimos por lo que le pueda pasar al asesino en serie. Pero es que Dexter sólo quiere encajar en la sociedad. ¿Y quién no?

 

Entretengamos sin dar lecciones de criminología

Conocer los métodos que usan los criminales en sus tropelías y los protocolos que sigue la policía para investigar puede dar mucho color a nuestra historia. Si tenemos la posibilidad de hacerlo, no dudemos en hablar con investigadores o con antiguos criminales siempre que podamos.

Sin embargo, no podemos olvidar que nuestro principal objetivo es entretener y contar una buena historia, con unos personajes atractivos con los que explorar los rincones oscuros del alma humana. Si el lector hubiera querido una clase de criminología, se habría apuntado a un curso y no hubiera comprado nuestra novela.

 

Así que venga, a escribir una novela negra, que todo es experiencia.

 

Las opiniones de la comunidad (0)

Regístrate o haz logon para añadir un comentario.