Descripción
A veces discrepo conmigo. Mi demonio de la perdición me llena el oído conque haga tal o cual cosa non santa. Entre tanto, mi paciente y bondadoso ángel de la guarda me impele a seguir el camino recto. Es que ya varias veces me sacó de los pelos de líos insospechados y a esta edad sus fuerzas menguan.
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