Descripción
Cinco amigos se juntan, como todas las tardes, a tomar café. Viven en una población pequeña, donde todos se conocen. Aunque a veces, aclarar las cosas, siempre viene bien.
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Pau March - miércoles, 24 de enero de 2018
Joer Francisco, menudo lío de motes con los de tu pueblo, jajaja, para volverse loco. Así que le dieron a elegir cárcel y eligió la de Sevilla por ver mundo, jajaja. Y es que cuando la gente se aburre y es parlanchina mata el tiempo así. Bueno, digo yo, que a lo mejor ese Amancio era el que acabó de futbolista del Real Madrid ¿no? Saludos.
RE:
Francisco Miguel Cubero Lorón - miércoles, 24 de enero de 2018
No, no es ese Amancio el que tú dices. Este Amancio (que Venancio era otro), casó con una de Ejea de los Caballeros, sí, una que tenía un estanco en la calle Mayor, que ya venía de los padres de esta chica. Encontrarlo no tiene pérdida porque aún sigue en el mismo sitio, lo que pasa es que luego lo traspasó porque se fueron a vivir Zaragoza, cuando Amancio entró a trabajar en la General Motors y el estanco tampoco daba para vivir, a raíz de que a la gente le dio por quitarse de fumar, sin medir las consecuencias económicas para los estanqueros. El que se quedó el estanco se llamaba Arturo, aunque ahora lo atiende (de aquellas maneras, por lo que dicen) un sobrino, ya que el tal Arturo era soltero, y sin hijos. Espero haya aclarado tus dudas. Esto de escribir, no está pagado con dinero (que yo sepa). Saludos.
RE: RE:
Pau March - viernes, 26 de enero de 2018
Jajajaja...entendido...más claro agua...jajaja...dile a Arturo que sigo fumando. Por mí que no sea. Salud.
Pau March - lunes, 16 de octubre de 2017
Está en blanco Fco. Miguel. Revíselo. Chao.
RE:
Francisco Miguel Cubero Lorón - lunes, 16 de octubre de 2017
Tenías razón, Pau: se ve, que no le había dado a "guardar", al publicar el texto. Gracias. Ya es todo tuyo, si gustas.