Descripción
Ariel, una ángel querubín desterrada de los mil cielos, yace dormida en el mundo de los humanos, no sabe lo que es, pero se acerca el momento de la verdad.
En el mundo humano era una joven misteriosa, solitaria y callada. Siempre se le veía sola, pocas veces hablaba en sus clases y cuando lo hacía era el hazmerreír. A donde quiera que fuese la penumbra y el misterio la seguían. Todos murmuraban cada vez que aparecía en algún lugar.
Mientras tanto, en el epicentro de los mil cielos y mil infiernos, todos los santos ángeles y ángeles caídos, se preparaban el gran Harmonia, Dies unionis ad aequilibrium universale consequendum, decretado por Dios, como el día donde se yuxtapone el bien y el mal para lograr el equilibrio universal.
Era maravilloso ver el ascenso de los ángeles caídos hacia el epicentro universal, los ejércitos de Lucifer, se veían diminutos ante la inmensidad del cosmos, la ausencia de su luz pasaba desapercibida por la luz de los ejércitos de los santos arcángeles mientras descendían al epicentro. El ascenso y descenso duraban exactamente tres días.
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