Primitivo

Primitivo Selvático Furioso

, Madagascar

El ser inhumano que actualmente es conocido como Primitivo Selvático Furioso fue una vez humano bajo el nombre, coincidente con el mío, de Diego. Vivía en la gran ciudad y trabajaba en una correduría de seguros. Pero el contacto continuo con la mezquindad de los hombres generó en él un sentimiento de odio tan profundo que un día mató a todos sus compañeros de trabajo, y echando mano de su agenda fue después casa por casa matando a todos sus clientes y conocidos. Cercado por la policía se refugió en las cloacas, donde sobrevivió dos largos años comiendo ratas, gusanos y detritus. En ese momento nació Primitivo. Logró escapar del cerco policial de forma inexplicable y embarcar como polizón en el bergantín americano Grampus, que partió hacia Madagascar. Una vez allí se adentró hacia lo más profundo de la selva, donde ningún ser humano (Primitivo ya no era humano en ese momento) se atreve a pisar. En ese momento nació Selvático. Viviendo en el selva sobrevive cazando animales salvajes, lo cual le causa una gran desazón, pues a pesar de su animadversión hacia el género humano ama a los restantes seres vivos, y tener que matarlos para sobrevivir genera en él un profundo odio contra sí mismo. En ese momento nació Furioso. Para calmar ese odio ataca de vez en cuando las aldeas más próximas a la selva, matando a hombres, mujeres y niños con extrema crueldad. Con la sangre de sus víctimas escribe en las paredes de sus chozas pequeños cuentos, que constituyen el último vestigio de su humanidad. Fascinado por su historia seguí sus pasos pero no logré adentrarme en el selva tanto como él, temiendo caer en su misma locura. Pude al menos documentar los cuentos escritos con sangre en las chozas de sus víctimas, antes de que el monzón borre su rastro. Los he agrupado bajo el título de Reconstrucción, pues a partir de ellos podemos reconstruir lo poco de humano que queda en Primitivo Selvático Furioso.