Descripción
He oído que si los monos imaginaran un Dios lo verían a su imagen y semejanza. Los mismo harán las hormigas y cuanto ser deambula sobre la Tierra, supongo.
¿Y los escritores?
También se ha dicho que el hombre es la obra máxima del creador. ¿Lo será?
Con seguridad y de haberlo Dios ha de ser infalible. Pero entre tanta eternidad no podemos descartar que pueda tener de cuando en cuando un error y que ello, por emanar de una acción divina, derive en actos crativos que, por derivar de gazapos, le pasen desapercibidos.
No es que nos olvide, sino que ignora nuestra existencia.
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